viernes, 3 de junio de 2011


En estos meses de inviernos es la época de la poda, y en muchas ciudades se ven escenas de hacha y motosierra que no desmerecen en nada a los mejores éxitos del cine 'gore'. Así es el catálogo de horrores que queda tras el paso de muchas cuadrillas de llamados 'jardineros'. Árboles mutilados, con el tronco desmochado, desprovistos de casi todas sus ramas y, muchas veces, reducidos a un simple fuste con tres cortos muñones. Pero los árboles no necesitan podas. Por el contrario, sufren, se debilitan, enferman y mueren por ese manejo

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